La vida al aire libre proporciona oportunidades para que los niños y niñas realicen estas experiencias, se apropien del medio natural y se recreen en él. Vincularse con el medio natural implica aprender a desempeñarse en el mismo, desarrollar habilidades básicas para hacerlo confortable, agradable, disfrutable. Proporcionando estas habilidades, la vida en la naturaleza y al aire libre preparan el terreno para la educación ambiental. A la vez, las actividades en la naturaleza ofrecen posibilidades de trabajo interdisciplinario con objetivos ambientalistas. En el contexto escolar, además, el contacto con el medio natural es también contacto con el medio social, dado el carácter grupal que estas actividades se dan desde la escuela. En esta perspectiva, contribuye a la construcción de la autonomía en sus diversas dimensiones -corporal, social, moral-, vincula al alumno, por otro lado, con el mundo del trabajo, la organización de las actividades implica distribución racional, sistemát...